Sálvese quien pueda


Ya tienes 10 meses. Han pasado volando, pese a que han sido bastante duros.
Tu mamá y yo seguimos aprendiendo a llevar el nuevo barco que tenemos.
Ya gateas, te ríes sin parar, nos conoces y, creo, nos quieres. Confías en nosotros.
Las noches siguen siendo muy duras, sobre todo para mamá. Te despiertas mucho, tardas en dormirte. A veces, los días son largos.

Cuando la noche va bien, los días son maravillosos. Eres muy divertido. Tu vida es lo que debería ser para siempre: una pelea entre reirse o jugar. Entre tirar un vaso o abrir un cajón. Subirte a un mueble o meterte debajo de una caja.

Ya te has caído de la cama por primera vez. Te has golpeado la cabeza contra la pared, contra la puerta y contra el suelo.

Todavía no sabes que lo que más duele no son los golpes físicos sino los corazones rotos.

En la foto estás justo después de ir al peluquero por primera vez. Mola pensar que tienes muchas más primeras veces por vivir que segundas. Más cosas por conocer que conocidas.
No sabes la que se te viene encima.

Prepárate para asombrarte con el mundo, Óliver.