Acabas de pasar las 20 semanas.
Has empezado a soltar carcajadas. Esto es nuevo, aunque llevas ya mucho tiempo sonriendo a cualquiera que esté dispuesto a devolverte esa cara de felicidad que llevas siempre puesta.
Y yo solo quiero que estés siempre así. Cuando me miras y sonríes me siento el Rey del mundo, indestructible. Como si ya lo hubiera conseguido solo.
Pienso en todo lo que te va a hacer disfrutar de la vida y me hace muy feliz. En compartir contigo momentos de descubrir y de apreciar. De extrañeza y de miedo. De sorpresa y de alivio.
Me tienes totalmente enamorado.