Tu madre


Qué feliz está.

Cada 10 minutos, se mira la tripa y la acaricia.

Y mientras pasan esos 10 minutos de «descanso», habla de ti, o de cualquier bebé, o de los cacharros que hay que comprarte.

Y está guapísima.

Cada vez que me giro, y la veo con su cuerpo de embarazada, recuerdo a la chica de 25 años, y agradezco poder haber sido su compañero desde entonces.

Cuida a tu madre, que no hay nadie como ella.